Grabacion de Aquí no hay quien viva

En el set de grabación de "Aquí no hay quien viva" se vive la misma efervescencia que delante de las cámaras. Como si se tratara de un grupo de compañeros de colegio, la química que hace a esta comedia exitosa puede sentirse al observar juntos a los actores que trabajan en el ciclo.

Mientras Julieta Ortega termina de darse unos últimos retoques a su maquillaje –es muy cuidadosa de su imagen y a pesar de tener maquilladora le gusta hacerlo ella misma– y Jorge Suárez se acomoda el pelo con un pequeño peine que saca de su bolsillo, sus compañeros ensayan la escena principal que los tiene en otra desopilante reunión de consorcio.
Puroshow.com está presente observando los detalles.

Algo molesta por un esguince que sufrió en su dedo cuando "trataba de atajar una torta mientras se caía de la mesa", Paula Morales ingresa al set vestida de una sexy mujer policía, con un traje negro elastizado.

Su compañera de tira y amiga en la ficción, Jorgelina Aruzzi (Sol) está vestida igual a ella. "Soy la fea, mi personaje nunca llega a igualar en sex appeal al personaje de Paula. No se da cuenta que la belleza es una cuestión de actitud y creo que todos solemos olvidarnos que el secreto está ahí", dice Aruzzi, que además de participar en el programa, presenta todos los sábados a las 23 la obra que ella misma escribió, "La madre impalpable", un espectáculo que define como "muy psicoanalítico", en el teatro Anfitrión.

Quien conoce acerca de lo vertiginoso de combinar teatro con TV es Jorge Suárez, protagonista de uno de los sucesos de la temporada de Buenos Aires, "Gorda". "Estoy agotado", dice mientras toma un café para despabilarse. "Anoche tuve función y como seguimos todo el año supongo que voy a tener que acostumbrarme, pero estoy feliz", aclara antes de pecar de "quejoso". Jorge se atreve a establecer un paralelismo entre los dos personajes: "En "Aquí no hay quien viva" soy un chanta, un vivo argentino que siempre busca la manera para burlar la ley sin jugarse demasiado. No es un gran corrupto, es un chanta que tiene justamente, ese carisma que caracteriza al vivo porteño", describe. "En "Gorda" también represento una faceta patética de la sociedad, ahí todo el tiempo digo y hago cosas que no son políticamente correctas. Aún así, no puedo decir que hay maldad en mi personaje, creo que es más una cuestión de falta de empatía y sensibilidad", analiza el protagonista de la obra con la que identifica, según él, "la gente diferente".

El director, Grendel Resquin, convoca a los actores presentes a sentarse en el sillón, les explica que grabarán una escena en la deben mirar la TV, el tema que los preocupa es la inseguridad en Villa Crespo. La productora Andrea Tuozzo se ríe, recuerda el día en que el programa cerró con un comentario acerca del precio de la papa y el noticiero de Telefe comenzó justo después con el mismo tema. "Como me gustaría poder lograr eso siempre", desea en voz alta.

La escena se graba tres veces: algunas se tientan, otros se traban y Norma Pons le pide al "dire" más tiempo para correr a buscar su cartera, recuperada de los ladrones en la ficción, pero una vez logrado el resultado, vuelve a haber tiempo para el compañerismo y entra una sorpresiva torta de cumpleaños para la maquilladora. "Pedí tres deseos", le recuerdan. Ella sonríe, un poco tímida. En cuestión de minutos están actuando de vuelta, pero el clima de fiesta sigue.
(Fuenet Puro Show)